La teoría de la épica en el siglo XVI (España, Francia, Italia y Portugal)
Editorial:
Academia del Hispanismo
Lloc:
Vigo
Any:
2010
"Las ideas literarias. 1214-2010" aborda el campo literario que acompaña la labor de los autores y las obras concretas que salen de su cabeza y sus manos. Se trata, ahora y en este punto, de considerar, no tanto la práctica y la producción particular, el registro, la recensión y el análisis de las obras más significativas (incluso las más corrientes) acaecidas en la historia de las letras españolas, cuanto la reflexión teórica sobre las mismas, es decir, la cuestión metaliteraria. Según palabras del coordinador del libro: «Este volumen, único dentro del panorama editorial y de investigación desarrollado en España en los últimos cien años, ofrece al lector la posibilidad de asistir de manera unitaria a lo que ha sido la reflexión literaria española a lo largo de ocho siglos».
La concepción estética mantenida a lo largo de los ocho siglos de historia literaria española no ha sido estática ni homogénea. Los géneros literarios en los que han ido moviéndose los autores han variado; algunos han fenecido, otros han nacido. Lo que hoy tomamos como una novela o un cuento, un poema o un drama, ayer tenía otra consideración. Las miradas del escritor, los estilos, las formas de expresión, las preocupaciones artísticas y las motivaciones han experimentado, asimismo, apreciables transformaciones. De estas variaciones no ha sido siempre consciente el creador, empeñado como está en la propia tarea creativa. Como muestra, un botón: una cita del capítulo sobre la novela histórica. «Menéndez Pelayo, que acusará a los novelistas españoles de tener ingenio pero escaso saber histórico y arqueológico –esto, en mi opinión ya ha cambiado- escribe que «la historia, ni sabe ni dice todo lo que puede decirse y saberse de ciertos periodos, hombres y razas, que por no haber influido eficazmente en el mundo, o porque de sus hechos no queda bastante memoria en papeles y libros, permanecen olvidados y silenciosos aguardando el son de la trompeta que los levante del sepulcro». Y esa trompeta es el arte».
Es preciso, en consecuencia, trascender la singular producción literaria a fin de situarla en un campo literario correspondiente, donde encontrar la adecuada comprensión y donde la posición desde la que trabaja el autor queda desvelada, adquiere un mayor significado y una mejor comprensión. Un texto literario contiene historias y produce emociones, está construido a base de palabras y de estructuras lingüísticas, pero igualmente encierra concepciones y perspectivas particulares de la vida y del arte. Estas categorías mentales son denominadas en la presente obra ideas filosóficas, un sintagma, confiesa el director del volumen, «conscientemente elegido», acaso por las analogías que mantiene con la esfera del pensamiento y la filosofía. Es esta una apuesta arriesgada, por cuanto se compromete de modo explícito y abierto con un determinado punto de vista, una interpretación concreta, que si bien disfruta de un amplio consenso en la tradición hispánica, no tiene carácter resolutivo ni evidente. Nos referimos, claro está, a la presunta fusión, cuando no identificación, de la literatura y la filosofía.
Semejante fusión de hecho invita, como se hace en este trabajo, a la convergencia de la teoría filosófica con la crítica y la teoría literaria, así como con los estudios de literatura comparada. Ante tamaña apuesta teórica y metodológica (tan explícita que ha sido elevada incluso a la categoría de título del tomo), acaso hubiese sido más prudente optar por una fórmula más discreta y menos doctrinal. Aparte de los correspondientes capítulos, que abordan los distintos periodos históricos de nuestras letras, el volumen ofrece unos prácticos «Textos de apoyo», o lo que es lo mismo, una antología de fragmentos representativos de autores.