El refrán aparece sin coma en Castañón (1962: 18); y con ella en García Arias (2002-2004: 55), quien lo remite a José Ramón López Blanco. Si se interpreta a la inversa que Agostu moyáu, castañes astráu (véase la ficha correspondiente), parece entenderse que augura poca cosecha de castañas.
El refrán aparece sin coma en Castañón (1962: 18); y con ella en García Arias (2002-2004: 55), quien lo remite a José Ramón López Blanco. Si se interpreta a la inversa que Agostu moyáu, castañes astráu (véase la ficha correspondiente), parece entenderse que augura poca cosecha de castañas.