Así, en Rúa Aller (2014: 187), que localiza el refrán en La Bañeza. El mismo autor incluye, en la misma página, la variante No hay abril que no sea vil, al entrar o al salir o al medio por no mentir, documentada en Andiñuela. Cf. No hay abril que no sea vil, al principio, al medio o al fin.
Así, en Rúa Aller (2014: 187), que localiza el refrán en La Bañeza. El mismo autor incluye, en la misma página, la variante No hay abril que no sea vil, al entrar o al salir o al medio por no mentir, documentada en Andiñuela. Cf. No hay abril que no sea vil, al principio, al medio o al fin.