Recogido en un manuscrito que transcribe refranes probablemente obtenidos por seminaristas y sacerdotes de la diócesis de Lugo; allí se indica como recolector de este refrán a Antonio Vázquez Paredes y la localidad de procedencia, Vilalba [Villalba, en su forma castellana] (provincia de Lugo).
Recogido en un manuscrito que transcribe refranes probablemente obtenidos por seminaristas y sacerdotes de la diócesis de Lugo; allí se indica como recolector de este refrán a Antonio Vázquez Paredes y la localidad de procedencia, Vilalba [Villalba, en su forma castellana] (provincia de Lugo).