Respetamos la puntuación de los originales. Este refrán se refiere al mes de agosto, cuando los higos comienzan a estar en sazón. Para las cabañuelas véase el DRAE (s. v.): "Cálculo que, observando las variaciones atmosféricas en los 12, 18 ó 24 primeros días de enero o de agosto, forma el vulgo para pronosticar el tiempo que ha de hacer durante cada uno de los meses del mismo año o del siguiente". Véase para otros detalles J. E. Gargallo, "Doce días para doce meses. De meteorología popular en la Romania", Revista de Dialectología y tradiciones populares, LIV, cuaderno 2.º (1999), pp. 231-267.
Respetamos la puntuación de los originales. Este refrán se refiere al mes de agosto, cuando los higos comienzan a estar en sazón. Para las cabañuelas véase el DRAE (s. v.): "Cálculo que, observando las variaciones atmosféricas en los 12, 18 ó 24 primeros días de enero o de agosto, forma el vulgo para pronosticar el tiempo que ha de hacer durante cada uno de los meses del mismo año o del siguiente". Véase para otros detalles J. E. Gargallo, "Doce días para doce meses. De meteorología popular en la Romania", Revista de Dialectología y tradiciones populares, LIV, cuaderno 2.º (1999), pp. 231-267.