Después de San Antón, ninguna niebla llega a las dos |
Después de lluvia neblina, hacia buen tiempo camina |
Después de las nubes, sale el sol |
Desde la Virgen de agosto a San Miguel, nunca debiera de llover |
Desde la Ascensión, ni zamarra ni sermón |
Desde el día de San Bernabé, se seca la paja por el pie |
Del pellejo de octubre, de ese te cubre |
De San Juan a San Pedro, algún día hará bueno |
De nublados por la mañana y concejos por la tarde, Dios nos guarde |
De marzo a la mitad, la golondrina viene y el tordo se va |
De los vientos de junio, los de San Antonio, o ninguno |
De abrigado, a nadie vi morir; de desabrigado, sí |
Cuanto más la noche se oscurece, más claro amanece |
Cuantas nieblas en marzo, tantas heladas en mayo |
Cuando vienen los vilanos, es conclusión del verano |
Cuando ve nevar San Ambrosio, hay frío para dieciocho |
Cuando saltan los corderos, señal de viento |
Cuando noviembre acaba, el invierno empieza |
Cuando nieva por enero, no hay año fullero |
Cuando mucho llueve, todos nos mojamos |