Localizado en Vionnaz, en el Valais (Suiza). El refrán se recoge en el "Essai di [sic] comparaison avec les proverbes patois de la Savoie et du Valais", que forma parte del apéndice publicado en la reedición de 1964 de la obra de Cassano y redactado por René Willien y André Zanotto. Este refrán, concretamente, procede de la monografía de J. Gilliéron sobre el habla de Vionnaz (Patois de la commune de Vionnaz (Bas Valais). Paris, 1880).
Localizado en Vionnaz, en el Valais (Suiza). El refrán se recoge en el "Essai di [sic] comparaison avec les proverbes patois de la Savoie et du Valais", que forma parte del apéndice publicado en la reedición de 1964 de la obra de Cassano y redactado por René Willien y André Zanotto. Este refrán, concretamente, procede de la monografía de J. Gilliéron sobre el habla de Vionnaz (Patois de la commune de Vionnaz (Bas Valais). Paris, 1880).