El aire de Madrid mata un hombre y no apaga un candil
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Alude a lo sutiles y finos que son los aires que soplan del Guadarrama sobre la capital de España, que ocasionan no pocas pulmonías con sus tristes resultados, cuando no parece que tienen fuerza alguna. Otros dicen: "El aire de Madrid no apaga una luz y mata a un andaluz" (pp. 282-283).
Madrid, en cursiva en Vergara. Véase además la variante indicada por Vergara (1986 [1936]: 282) en la glosa: El aire de Madrid no apaga una luz y mata a un andaluz. Muy posiblemente beba este autor de Rodríguez Marín (2007 [1926]: 144), que recoge de manera correlativa estos mismos dos refranes: El aire de Madrid mata un hombre y no apaga un candil; El aire de Madrid no apaga una luz y mata a un andaluz.